martes, 16 de junio de 2009

Desencuentro entre escribalidad y oralidad: Caso de Bagua


En los últimos días hemos sido testigos de un conflicto entre el Gobierno y comunidades indígenas que llegó a extremos lamentables. Medios periodísticos, como El Comercio, hablan de las razones del conflicto: indiferencia, desconfianza, mala información, etc.; pero, a qué se debe que haya tenido lugar la indiferencia y la desconfianza causantes de tal suceso; la respuesta se debe buscar en la forma en que se procede en nuestro país. Hablaremos, entonces, de nuestra pintoresca sociedad.

La sociedad peruana se caracteriza por su fuerte tradición oral, pese a que nuestro sistema político se encuentra dentro de un marco escrito regido por la Constitución. He ahí un punto clave. Cómo se las arregla el Perú con una población que prefiere arreglar sus problemas hablando cara a cara cuando su sistema exige que se cumplan trámites escritos para dar soluciones, declarando fuertemente que "el papel manda". Surgió la desconfianza en las comunidades indígenas hacia los nuevos decretos del Gobierno porque se plantearon medidas importantes de una forma ajena al proceder de estas comunidades marcadamente orales.

La huelga en Bagua evidencia que los manifestantes prefieren proceder con la palabra hablada; entonces, por qué el Gobierno no procedió apelando al sistema de la oralidad. El problema se remonta al hecho de introducir un sistema escribal propio de las naciones europeas en una sociedad fuertemente oral en el momento en que se daba el 'grito de libertad' en la Plaza de Armas de la capital, al seguir los ideales de la Ilustración; después de tantos años las probabilidades de que esto cambie parecen nulas.

Así pues nos encontramos en un sistema que no es el adecuado para la forma en que se desarrolla la sociedad, lo que ocaciona que los ciudadanos no se sientan identificados y que crezca el descontento hacia las autoridades y el sistema político; desatando en el caso de Bagua hechos sumamente lamentables. En este contexto, las huelgas surgen como formas de participación política.

2 comentarios:

  1. Problema: no nos sabemos comunicar, el Estado no tiene las mismas costumbres que ellos. no estan educados para poder establecer un buen diálogo con los de Bagua.

    ResponderEliminar
  2. Excelente. Nunca hemos sido escribales, en el sentido de que no hemos poseido una gnosis social capaz de reproducir los signos de la poalabra escrita. Ahora, el conflicto de Bagua nace de esta idea; existe una textualidad operante en la que está inmersa el Gobierno, una textualidad escribal que es patológica según el medio oral en el que vivimos. Bagua es una cultura donde predomina la palabra escrita y la oralidad. ¿El discurso oficial escribal del gobierno trato a la gente de Bagua como orales, o los quizo hacer pasar como escribales? Evidentemente el pecado del Gobierno fue hacer parecer a Bagua como escribal.

    ResponderEliminar