Miles de limeños sintieron con fuerza el paro de transportistas el 30 de Junio del presente año. Pocas unidades salieron a circular esa fecha, lo cual produjo que los paraderos estén repletos de personas que pugnan por ir a trabajar o estudiar. Ante esta situación la gente comenzó a embarcarse en tolvas de camiones arriesgando su vida y algunos taxistas que realizaron servicio de colectivo aprovechando la situación para la alza de precios.
Por otro lado, en distintos puntos de la capital hubieron disturbios ocasionados por los transportistas lo cual dejó más de 100 detenidos en Lima y Callao durante el hecho.
Por otro lado, en distintos puntos de la capital hubieron disturbios ocasionados por los transportistas lo cual dejó más de 100 detenidos en Lima y Callao durante el hecho.
Estos huelguistas fueron detenidos mientras ocasionaban caos bloqueando las pistas, quemando llantas o arrojando piedras y palos a los vehículos que transitaban por las calles por no acatar al paro y en algunos casos, como en el Callao entre las avenidas Bertello y Tomás Valle, los manifestantes amenazaban y lograban bajar a los pasajeros de los vehículos.
En distintos puntos de la capital como Zapallal, Puente Piedra, Villa el Salvador, Chorrillos, etc. (pero sobretodo en los conos) hubo detenidos, los cuales fuero puestos a disposición de seguridad del Estado. Pues al momento que marchaban y obstruían las pistas se enfrentaban a los agentes con piedras y palos. Por lo cual los efectivos tuvieron que utilizar bombas lacrimógenas para dispersar a los manifestantes.
Ante esta situación vehículos de la policía, en contraposición al paro, trasladaron a algunos ciudadanos hacia sus lugares de trabajo. En puntos de mayor concentración de gente se colocaron portatropas y se reforzó la seguridad.
Este acontecimiento demuestra cómo un sector bastante abundante de nuestro país opta por reclamar sus derechos, según ellos, y reaccionan de tal manera al Reglamento Nacional de Administración del Transporte (Renat), que entrará en vigencia el 1 de julio y salen a protestar a las calles por considerar dicho reglamento muy severo y en rechazo a las multas estipuladas en éste. Las piedras y palos formaron gran parte de este acontecimiento, la bulla y el desorden también, e inevitablemente la violencia. Es así como dan a sonar sus voces al Gobierno y Ministerio de Transporte.
A pesar de todo el caos que causaron los transportistas por haber motivado el desorden, violencia y, además, de haber perjudicado a tantos trabajadores y estudiantes, la respuesta por parte del Ministerio no fue la que esperaban.
A este hecho Enrique Cornejo, ministro de Transporte y Comunicaciones respondió ante la queja de los transportistas por las nuevas sanciones lo siguiente: “para no ser multados, lo más simple será no cometer las infracciones”. Además, anunció que estaría abierto al diálogo con todos los sectores e invocó calma a los choferes durante la realización de su medida de fuerza.
La sociedad peruana siempre ha sido, desde su origen, una sociedad que se formó usando un lenguaje oral y así nuestra cultura y nuestra gente están acostumbradas. A pesar de la incorporación de la imprenta y muchos acontecimientos que marcaron a la escribalidad como un método superior a lo oral, en el Perú, sobretodo el pueblo, fue y sigue perteneciendo a un ámbito de configuración oral. Este es un acontecimiento que refleja un poco la relación entre la oralidad y el pueblo peruano.
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